Al igual que muchas estrellas de programas de televisión antes que ella, Meg Maley, concursante en el programa El Gran Hermano 2015, guardaba un secreto. Cuando los espectadores se preguntaban por qué una joven aparentemente sana tenía tan mal desempeño durante las pruebas físicas y en ocasiones se la veía tomar medicamentos, Maley no comentó nada al respecto. Solo cuando su temporada del show había acabado, Maley reveló su secreto: Ella padecía de psoriasis y artritis psoriásica (PsA, por sus siglas en inglés).
Aunque muchas personas piensan que la psoriasis es una condición de la piel, realmente se trata de una enfermedad autoinmune crónica que puede generar problemas de salud graves. Las enfermedades autoinmunes hacen que el sistema inmunológico ataque erróneamente a sus propios tejidos y órganos, lo cual puede provocar inflamación en todo el cuerpo.
Esta inflamación no afecta únicamente a la piel sino también a otros tejidos, órganos y articulaciones y puede ocasionar artritis psoriásica, que es una forma de artritis que se caracteriza por la inflamación, rigidez y dolor de articulaciones.
Los efectos ocasionados por la psoriasis pueden extenderse más allá de la piel. Cuando se tiene esta enfermedad también aumenta el riesgo de padecer de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades de salud mental como la depresión y otras enfermedades autoinmunes como la enfermedad intestinal inflamatoria (EII).
Conocer la relación entre la psoriasis, la artritis psoriásica y otros problemas de salud puede ser útil para reconocer los síntomas de estas condiciones, o incluso para evitar que se presenten.
El diagnóstico de artritis psoriásica de Maley no es inusual para quienes sufren de psoriasis. Una de cada tres personas con psoriasis sufre también de artritis psoriásica. Esta condición se puede desarrollar repentinamente o progresar despacio y puede ser leve o severa. Los síntomas de la artritis psoriásica incluyen:
Dolor, rigidez e hinchazón de una o más articulacionesRango de movimiento limitadoDolor y rigidez en la mañanaFatigaHinchazón en dedos de las manos y los piesIrritación o inflamación de los ojos (uveítis)Dolor de tendones o ligamentosCambios en las uñas como hendiduras (fisuras), líneas horizontales o decoloración
La artritis psoriásica puede ser difícil de diagnosticar. “No existe un examen de sangre específico para esta condición, a diferencia de la artritis reumatoide (RA, por sus siglas en inglés) donde muchos pacientes tendrán un anticuerpo específico”, según el Dr. Stuart D. Kaplan, jefe de reumatología de Mount Sinai South Nassau en Ocenside, Nueva York. Debido a que los síntomas de la artritis psoriásica son similares a los de otras enfermedades del sistema inmunológico tales como la artritis reumatoide, las personas que sufren de psoriasis pueden no saber que esta afección que ellos consideran como un problema de la piel, puede también afectar a sus articulaciones.
Su proveedor de servicios médicos o un reumatólogo (especialista en articulaciones) puede diagnosticar artritis psoriásica mediante el uso de un examen físico, rayos X o exámenes de sangre. También querrá conocer su historial médico, incluyendo si alguien en su familia sufre de psoriasis, artritis psoriásica u otras enfermedades autoinmunes. Cerca del 40% de las personas que tienen psoriasis o artritis psoriásica tienen antecedentes familiares de estas enfermedades.
Mientras más rápido se reconozca la artritis psoriásica, será más fácil su tratamiento y manejo. Diagnósticos tempranos de artritis psoriásica pueden lograr que la enfermedad no progrese, previniendo potencialmente el daño irreversible de articulaciones y una discapacidad permanente. “La artritis psoriásica, al igual que cualquier artritis inflamatoria, destruye las articulaciones,” dice Kaplan. “Causa lo que se conoce como erosiones en los huesos, y una vez que esto sucede, no se puede dar marcha atrás”.
Aunque hay investigaciones continuas para desarrollar nuevos y mejores tratamientos, algunas de las opciones actuales de tratamiento para la artritis psoriásica son:
Antiinflamatorios no esteroides – medicación bajo prescripción médica o de venta libre que reduce la inflamación y el dolor Corticosteroides – medicación antiinflamatoria de prescripción médica Productos biológicos, biosimilares y otros medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARDs, por sus siglas en inglés) – medicamentos que pueden reducir la inflamación y prevenir el progreso de la artritis psoriásica
Las personas que tienen artritis psoriásica tienen una mayor probabilidad de desarrollar ciertos problemas de salud, algunos de ellos graves. Un estudio realizado en el 2017 encontró que los pacientes con artritis psoriásica tienen 43% más riesgo de desarrollar diabetes en comparación con la población general y que existe un vínculo entre la gravedad de la artritis psoriásica y el riesgo de sufrir diabetes. Esto significa que mientras más grave sea la artritis psoriásica de una persona, esta tiene mayor riesgo de desarrollar diabetes.
La artritis psoriásica también está vinculada a otros problemas asociados con la diabetes, tales como obesidad, presión alta y enfermedades cardiovasculares. Kaplan dice que la conexión entre la obesidad y la artritis psoriásica no se comprende bien, pero puede estar relacionada con los problemas en las articulaciones que la gente con obesidad tiene por el hecho de cargar peso adicional.
La obesidad también puede ser un factor de riesgo para la artritis psoriásica ya que el tejido graso causa un estado constante de un bajo grado de inflamación en el cuerpo de la persona, lo cual de por sí es un problema que tienen las personas que sufren de artritis psoriásica. El problema no es solo que la obesidad puede empeorar la artritis psoriásica, sino que las personas con artritis psoriásica también pueden tener una mayor tendencia a la obesidad, posiblemente porque el dolor de sus articulaciones evita que puedan mantenerse físicamente activas.
Cuando se trata de problemas cardiovasculares tales como la presión alta y enfermedades del corazón, las personas con artritis psoriásica tienen doble riesgo. Primero, la artritis psoriásica es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares porque la inflamación que causa puede dañar los vasos sanguíneos. Segundo, las personas con artritis psoriásica tienen una mayor probabilidad de tener otros factores de riesgo asociados con enfermedades cardiovasculares (tales como la obesidad y la diabetes).
Esta combinación de factores resulta en un grave riesgo de problemas cardiovasculares. Un análisis en el que participaron casi 33 000 pacientes con artritis psoriásica encontró un incremento del 43% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares en pacientes con artritis psoriásica en comparación con la población general.
Si usted sufre de psoriasis, es una buena idea conversar con su proveedor de servicios médicos sobre la artritis psoriásica, aunque no haya notado ningún síntoma. Un diagnóstico temprano puede ser útil para manejar esta enfermedad y a reducir el riesgo de desarrollar otras condiciones, tales como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares, que suelen estar relacionadas con esta enfermedad. Si es que ya ha sido diagnosticado con artritis psoriásica, vale la pena preguntar a su proveedor de servicios médicos sobre opciones nuevas o diferentes de tratamientos disponibles.
Después de que Maley hiciera público su diagnóstico de artritis psoriásica, se convirtió en defensora de otras personas que sufren de esta condición. Ella dijo a Arthritis Today que las personas no deben tener miedo de hacer preguntas o de buscar un proveedor de servicios médicos que tome en serio sus preocupaciones.
“Recuerdo a un doctor que me decía que ya no hay más medicinas y que solo tenía que vivir con esta enfermedad, eso me pareció una locura.”
Este recurso fue creado con el apoyo de Bristol Myers Squibb.